Con pinceles mágicos y utilizando los colores que solo ella sabe combinar, la Primavera comienza con su tarea diaria única e irrepetible.
Nos pone delante de nuestros sentidos todo su trabajo, que empieza tímidamente para estallar con el correr de los días.
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
(Fragmentos de “Dona primavera”-Gabriela Mistral)